La tecnología y la medicina han seguido un camino paralelo durante las últimas décadas. Los avances tecnológicos van modificando el concepto de salud y, del mismo modo, las necesidades sanitarias están influyendo en el desarrollo de la tecnología.

La Inteligencia Artificial (IA) está formada por una serie de algoritmos lógicos suficientemente entrenados a partir de los cuales se pueden tomar decisiones para casos concretos a partir de normas generales. Esta tecnología tiene aplicaciones en el diagnóstico y seguimiento de pacientes con una evaluación pronóstica individualizada de los mismos.

 

Recientemente la IA ha comenzado a incorporarse a la medicina para mejorar la atención al paciente al acelerar los procesos y lograr una mayor precisión diagnóstica, abriendo el camino para brindar una mejor atención médica en general. Las imágenes radiológicas, las preparaciones de anatomía patológica y los registros médicos electrónicos de los pacientes se están evaluando mediante aprendizaje automático ayudando en el proceso de su diagnóstico y tratamiento.

Existen proyectos en la actualidad dedicados a explorar las aplicaciones de la IA en todas las facetas sanitarias: asistencial (prevención de enfermedades, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes), docente o formación continuada, investigadora y gestora.

Algunos ejemplos concretos en las diferentes áreas de aplicación sanitaria en el ámbito asistencial son:

 

1. Prevención de enfermedades de diagnóstico precoz. Existen numerosos estudios y algoritmos centrados en la prevención de enfermedades ontológicas de alta precisión a través del machine learning y la identificación de patrones de repetición. Además de éstas, también se están desarrollando programas para cardiopatías siguiendo el paradigma del Razonamiento Basado en Casos (CBR).

 

2. Diagnóstico. Día a día continúa mejorando el aprendizaje de redes que dan apoyo diagnóstico tales como MYCIN/MYCIN II para enfermedades infecciosas, CASNET para oftalmología, PIP para renales o AI/RHEUM para reumatologícas. En el campo del procesamiento e interpretación de imágenes, la IA ofrece algoritmos que mejoran la precisión y calidad debido a su reiterada y secuencial forma de aprendizaje. Este trabajo permite realizar a posteriori modelos tridimensionales sin ruido y muy concretos.

 

3. Tratamiento. La tecnología de la IA junto a sensores inteligentes y de localización entre otros, permite un seguimiento más exhaustivo de personas mayores y rápida actuación en caso necesario. Otros usos de la IA están aplicados a la predicción de reacciones adversas a tratamientos o el desarrollo de robots de asistencia de cirugía, como el sistema Raven II que será testado en universidades estadounidenses.

 

En la actualidad, Avamed Synergy se encuentra trabajando precisamente en este ámbito, el de la Inteligencia Artificial aplicada a la salud. Con su último proyecto, Fluxus, la compañía tiene como objetivo anticipar la dinámica del crecimiento tumoral y su clasificación, eliminar las complicaciones no deseadas durante la cirugía, mejorar los resultados en los pacientes y reducir costes a los sistemas de atención médica.

Fluxus reafirma la relevancia de la Inteligencia Artificial en la investigación médica, llegando a aportar soluciones que hasta entonces resultaban impensables.

 

Por: Avamed Synergy